Al llegar casi a las dos semanas del nuevo mandato, hoy se despejarán las interrogantes sobre la economía nacional.
Entre un gobierno saliente -que aseguró que la mesa estaba servida y que insistió en la remisión de la crisis a la que llegó el país tras la caída de los precios del crudo y los efectos del terremoto-, y las primeras valoraciones de las nuevas autoridades, es útil conocer el pensamiento de Lenín Moreno.
Luego de los discursos y el planteamiento del diálogo, una primera directriz clara fue el énfasis en lo social. Aunque el plan es importante para enfrentar la inequidad persistente pese a los esfuerzos, la gran pregunta es de dónde obtener los recursos que se requieren y que fueron expuestos la semana pasada. Una sorpresa para muchos fue la nueva emisión de bonos que no cambia la línea de conducta del gobierno anterior: seguir endeudando al país frente a un evidente déficit fiscal que va mostrando la realidad, más allá de la propaganda.
Si las primeras palabras de Moreno fueron un mensaje fresco y de esperanza y la acción de acercarse y concertar con el sector privado luce alentadora, ahora habrá que esperar gestiones y acciones en el frente internacional.
Es importante que el perfil de la deuda sea a plazos más largos y con menor tasa de interés, y que un plan de austeridad y recuperación evite periódicas nuevas deudas que complican el futuro.
Hoy es un buen día para la claridad en el diagnóstico y los mensajes objetivos.