La comisión designada por el Consejo Nacional de la Judicatura se halla en plena tarea de estudio de la estructura y argumentos de varias sentencias.
El trabajo empezó el fin de semana y terminará el miércoles.
La misión está encargada a un grupo de selectos expertos, gente de la academia y libre ejercicio del derecho. La decisión final sobre la permanencia de los jueces o su remoción estará en manos del ente pertinente: el Consejo de la Judicatura.
Una reacción de la Corte Nacional de forma colegiada quiso oponerse a la evaluación. Luego, un grupo de jueces no presentó su declaración patrimonial advirtiendo que ya lo hizo –¿con sustento legal, no será que quien nada debe nada teme?–.
Esta vez, fueron dos juezas las que se
resistieron al análisis y evaluación.
En rigor, la comisión no opinará sobre los fallos; pues sería un problema para la seguridad jurídica. El encargo atiende a la estructura de sentencias, argumentos y calidad de las mismas, que, se supone, deben ser de alta sustentación dada la preeminente jerarquía de los jueces de una Corte Nacional.Luego,coneseyotros elementos, llegará la decisión del Consejo Nacional de la Judicatura.
La integración de la Corte Nacional actual se hizo al calor de la influencia política, confesada con discursos rimbombantes cuando el presidente Correa pedía ‘meterle las manos a la justicia’. La influencia y hasta pérdida de independencia de la justicia ha dejado amplias muestras de esta perniciosa interferencia, que atenta contra una de las bases del Estado de derecho: la independencia y equilibrio entre las funciones del Estado.
Pero más allá de los posibles cambios y hasta remociones que haga el Consejo de la Judicatura está una demanda nacional por una justicia que actúe con alto sentido patriótico, el fiel cumplimiento de la ley y una administración de la justicia ajena a influencias de los poderes.
Luego deberán seguir otras evaluaciones en cada provincia, para que los episodios vergonzosos que hemos visto estos días no se repitan. El país espera que la justicia sea eso: justa, sabia, limpia, ciega y equilibrada.