Estancamiento económico

El crecimiento económico no es el único indicador para evaluar el bienestar de una economía, pero es la base para distribuir la riqueza que genera un país. Es decir, sin crecimiento no hay nueva riqueza para repartir, lo cual es crucial en Ecuador y en América Latina, donde las desigualdades todavía son un problema sin resolver.

El crecimiento en el país se ha mantenido bajo desde 2015, cuando terminó el segundo ‘boom’ petrolero y de las materias primas en general. 2016 fue el primer año de decrecimiento en dolarización; al año siguiente Ecuador apenas creció al ritmo de la población. De ahí en adelante la desaceleración ha sido una constante, lo cual se ha reflejado en un deterioro del mercado laboral y ha limitado la inversión de recursos en los sectores más vulnerables.

Para el presente año, el crecimiento económico será nulo o negativo, lo que convertiría a 2019 en el segundo año de decrecimiento en dolarización. Aunque el Banco Central proyectaba inicialmente un crecimiento de 1,4% para 2019, a mediados de año lo ajustó al 0,2% porque las inversiones en el sector petrolero avanzaron a paso lento. Ahora, el Central volverá a revisar a la baja su proyección por los efectos negativos que dejó el paro nacional. Las empresas privadas registraron pérdidas que bordean USD 2 000 millones, mientras la petrolera estatal fue obligada a parar la producción de varios pozos por acción de la Conaie y otros activistas.

2020 se presenta igual de complicado que el actual. La Proforma presupuestaria que debatirá la Asamblea se armó bajo un escenario de crecimiento bajo: 0,6%. En la práctica, ese desempeño de la economía significará un nuevo año de estancamiento, insuficiente para absorber la mano de obra que ingresa al mercado laboral y, por tanto, puede significar un mayor deterioro del empleo y la informalidad.

La reactivación de la producción es una tarea que tomará varios años y que demandará un compromiso del Gobierno, las empresas, los ciudadanos y los políticos parallegar a acuerdos mínimos que aseguren un crecimiento con inclusión social.

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