El desbordamiento de los ríos Esmeraldas y Teaone actualizó un problema cíclico que se ha agravado en este invierno.
Si la temporada invernal es dura o si se le llama el fenómeno de El Niño, poco importa a la gente que se ha visto obligada por la fuerza de las correntadas a dejar sus casas y sus bienes.
La capital de la provincia verde tiene al 40% de su población en zonas de riesgo por inundaciones y deslaves.
El Alcalde afirma no haber recibido ni un solo dólar del Gobierno central.
El primer personero municipal estima que para sostener el desplazamiento de personas y el funcionamiento de los albergues temporales se requiere una suma de USD 20 millones.
Los desplazados llegan a 16 000 personas y las alertas que alcanzan a anunciar los municipios de ciudades como Quinindé o la propia Esmeraldas oscilan entre los colores rojos y naranja.
El desborde de los ríos y las nuevas inundaciones parecen inminentes para los próximos días, en atención a los pronósticos meteorológicos.
Los datos recogidos por el equipo periodístico de EL COMERCIO dicen que la capital provincial ha soportado 20 del total de 43 inundaciones presentadas desde enero de este año en toda la provincia.
Los reportes dieron cuenta además de la crítica situación en la provincia vecina de Manabí donde, por ejemplo, cinco parroquias de Portoviejo quedaron bajo las aguas. Los pobres siempre pagan la más cruel y lacerante factura.