Como resultado de la consulta popular y su posterior designación, los miembros del Consejo de Participación Ciudadana transitorio asumieron un papel protagónico en este momento político.
El organismo fue conformado con personalidades que la Asamblea Nacional escogió de las ternas que envió el Presidente de la República.
Preside el organismo Julio César Trujillo, político con una larga hoja de vida que se ha jugado por las causas de la democracia y la justicia, resistiendo todos los embates. Los consejeros están actuando, tomando decisiones duras, muchas de ellas calificadas como audaces, metiéndose a fondo en los entresijos de un sistema labrado para sostener el poder vertical y concentrador que tanto daño hizo al país.
Realmente el Consejo transitorio está removiendo lo que se construyó sistemáticamente y que trajo graves perjuicios a la democracia.
Esa acción ha sido fustigada por operadores de redes sociales anónimas y por quienes desde su postura política ven amenazada la zona de confort que labraron en el uso y abuso del poder.
Llama la atención que en la Asamblea haya voces en el bloque oficial que buscan acotar los alcances del Consejo. A ellas se suma la disidencia correísta.
Quizá sea indispensable que el Presidente convoque a su bloque legislativo para recordar con nitidez el contenido de la Consulta y la importancia de la labor del Consejo, así como la independencia de sus acciones.