Sopladora, más energía

El jueves se inauguró en el sur del país el proyecto hidroeléctrico Sopladora.

Con Mazar, cuya construcción se inició en el gobierno de Lucio Gutiérrez, la presa Daniel Palacios, que arrancó en los gobiernos militares, y el próximo proyecto Cardenillo, se completará un sistema de presas, túneles y turbinas que ha sido referente en la generación de electricidad desde los años 70. Sopladora suma 487 megavatios.

La importancia del sistema integral Paute es significativa, pero será estratégico seguir adelante con nuevas presas para evitar el costoso consumo de combustibles fósiles en la generación de luz. En los primeros meses del 2017 se piensa incorporar varios proyectos que abonan al cambio de matriz energética, una de las claves del desarrollo.

Es importante señalar que la diversificación geográfica puede atenuar los riesgos sísmicos y las bajas de caudales hídricos en las épocas de estiaje en los diferentes microclimas de las vertientes cordilleranas. Se ha planeado concesionar la operación de Sopladora por 30 años. Hay que revisar las normas legales derivadas de la soberanía energética que fue bandera de este Gobierno que fenece en 2017.

Acaso se la pudo haber construido con inversión privada sin asumir tanta deuda y optimizar los recursos. Pero eran los tiempos del segundo ‘boom’ petrolero que ya se fue, y no se contempló esa posibilidad.

Cardenillo podría ser una opción para una alianza público-privada.

Sopladora es, hoy, buena noticia.

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