El dolor de la muerte que causó el accidente de la ex gerenta del Banco Cofiec trajo nuevamente a la discusión públicas las fallas en los peraltes de un tramo clave de la avenida Simón Bolívar.
En el tramo de la vía que separa el intercambiador de la avenida Interoceánica y la conexión con la Ruta Viva, que mide apenas 3,67 km, se han producido 30 accidentes en lo que va del 2015.
El dato obliga, nuevamente, a revisar la historia ya contada varias veces por este Diario y a formularse la pregunta sobre la calidad técnica y constructiva de los peraltes (inclinación de las curvas). Es probable que esa condición física, sumada a la impericia e imprudencia de los conductores, sea, muchas veces, mortal.
Es urgente que el Municipio se imponga un peritaje técnico de alto nivel para estudiar soluciones definitivas.
Esa misma exigencia aplica para poner en vigor las acciones a las que se comprometieron las autoridades tras el bloqueo total de uno de los carriles por el volcamiento de un gran camión.
Entonces, la Secretaría de Movilidad dijo que no se contaba con grúas capaces de movilizar un automotor de esas dimensiones, que había que mejorar la tecnología de comunicación para evitar congestiones de grandes dimensiones, contar con interconexión interinstitucional para coordinar acciones de rescate y abrir espacios para habilitar contraflujos.
Está visto: la Simón Bolívar merece intervenciones urgentes por la seguridad y la vida de las personas, que también deben conducir con prudencia.