Viviendas y demolición

Los efectos de los terremotos en las provincias de Manabí y Esmeraldas fueron importantes. Hace falta seguir adelante.

Para el caso de Esmeraldas este diario constató que un total de 582 edificaciones habrán de ser demolidas. Ese proceso se inició a cargo del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Ha estado paralizado un mes y ya el Ministerio de Transporte y Obras Públicas contrató a empresas privadas para continuar.

Un aspecto que retardó el proceso es la falta de escrituras de los predios. Algo similar ocurrió en Manabí. 

Mientras, en esta última provincia, las tareas de levantar nuevas viviendas suponen de planificación y recursos. 

Hay ayuda solidaria de varias empresas privadas para montar nuevas viviendas pero la labor parece ser insuficiente y se toma su tiempo.

Muchas personas no han querido abandonar sus terrenos ya que no tienen títulos de propiedad y temen que otros invasores se tomen las tierras que consideraban como suyas. En Manabí 10 000 familias no tienen sus papeles en regla, según nuestros reportes.

Amén de arreglar los problemas de propiedad de los terrenos, es un requisito importante que las nuevas construcciones sean sismorresistentes en una tierra que se ha demostrado históricamente vulnerable y con sismos que se presentan de modo permanente.

La idea es ir alivianando la carga en los albergues - que por concepto deben ser temporales - y que la gente vuelva poco a poco a una vida normal.

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