El FMI, el Banco Mundial o la CAF han abierto líneas de crédito para apoyar a los países. Ecuador, con una débil situación fiscal, necesita más recursos para salud y el sector productivo.
El nuevo coronavirus ya es una epidemia para la economía mundial y está obligando a las autoridades a dar una respuesta, también global, con el objetivo de amortiguar sus impactos.
Conforme se propaga el covid-19 por el planeta, las pérdidas aumentan cada día. El sector aeronáutico calculó ayer en USD 101 196 millones el impacto global por la epidemia, la industria del entretenimiento posterga o cancela estrenos, las fábricas retrasan o reducen su producción, las exportaciones mundiales se contrajeron en USD 50 000 millones el mes pasado y los países revisan a la baja sus proyecciones de crecimiento para el primer trimestre del 2020.
El Fondo Monetario Internacional redujo esta semana su previsión de crecimiento para este año del 3,3% a menos del 2,9% registrado el 2019.
En este contexto, varios países y organismos internacionales ya estudian medidas económicas para contener los efectos del covid-19, ya que no solo de requiere de buenos sistemas de salud sino también de dinero para atender a los sectores más vulnerables, comprar más insumos médicos, ofrecer crédito a las empresas afectadas por la epidemia, etc.
Los países más ricos del planeta (G7) están en mejor posición para aplicar estas medidas contracíclicas. De hecho, dijeron que usarán todas las herramientas disponibles, incluso fiscales (aumento del gasto público), para impulsar la economía.
La Reserva Federal de EE.UU. redujo la tasa de interés referencial en 0,5 puntos para impulsar la demanda de crédito. El Banco Mundial movilizará USD 12 000 millones para ayudar a los países que enfrentan los impactos económicos y de salud del coronavirus, el FMI abrió sus líneas de crédito y la CAF anunció un crédito de 300 millones para atender las contingencias en América Latina.
Ecuador, cuya situación fiscal es débil, necesitará movilizar más recursos para salud y también para apoyar al aparato productivo. Instituciones como BanEcuador o la CFN pueden dar estímulo a las empresas. El Gobierno necesita apoyo internacional y ajustar el acuerdo con el FMI en función de la actual coyuntura.