Lula y Cristina vuelven

La corrupción y el populismo marcaron en años recientes de manera inobjetable a varios gobiernos de América Latina.

El continente está signado por la inequidad y con la amenaza del narcotráfico, que opera abiertamente y tiene en la corrupción un mal sistémico y en el populismo un placebo perverso.

En dos países de singular importancia en Sudamérica el retorno a la lid política de sus ex presidentes es inminente.

Brasil ha sido el símbolo donde la corrupción sistémica penetró en las altas esferas del poder. Acusaciones siniestras muestran cómo los gobiernos de Luis Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff fueron abatidos por ese cáncer que come el prestigio y pudre el alma política. En ambos casos se trata de políticos que surgieron de su lucha en las filas de la izquierda y que corren distinta suerte. Dilma fue destituida. Lula tiene a su haber dos centenas de juicios pendientes. Es posible que su candidatura presidencial -si no le sobreviene antes una condena- sea su bálsamo porque es el primer nombre que aparece en las encuestas mientras el descrédito del presidente Michel Temer sigue subiendo y por idénticos y asuntos.

Al sur Cristina Fernández de Kirchner materializó su candidatura al senado. Lo hizo por fuera de las filas del peronismo, y aun de su Frente para la Victoria y rehuye elecciones primarias. Es ésta sin duda otra coraza pretendida para esquivar decenas de causas pendientes con la justicia. La corrupción marcó a su Régimen populista.