La construcción de carreteras y vías de alta circulación son claves para aligerar los tiempos de los traslados, pero deben tener alertas y ser bien trazadas.
Una vez más en esta semana, un choque múltiple vuelve a producirse en la avenida Simón Bolívar que circunda Quito en su sector oriental.
Esta vez no se produjeron víctimas mortales. Hubo, empero, tres personas heridas, pero la suma en el tiempo de las personas que han perdido la vida en la vía exige correctivos.
Un informe de este Diario puntualiza los sectores críticos donde distintas causas suelen motivar accidentes de tránsito o choques múltiples. La autoridad Municipal de Tránsito y varios expertos en movilidad apuntan los tramos de alto riesgo de accidentes. La curva del acceso a la Universidad Internacional del Ecuador, El Intercambiador de tránsito en la confluencia con la Autopista General Rumiñahui, la bajada al puente de la vía a Guápulo, la curva de Monjas y la zona de El Troje son algunos de los puntos más críticos de la ruta.
Pero pese a las advertencias permanentes, los accidentes siguen. Hace varios años EL COMERCIO reflejó, con la opinión calificada de expertos, algunos factores que agudizan el peligro. Uno de ellos es el trazado sinuoso -causado por la topografía- y los peraltes, que muchas veces exceden los ángulos aconsejados por la técnica constructiva de carreteras.
Eso no se ha corregido ni modificado y, siendo una falla estructural del trazado, merecería un nuevo trabajo integral y seguramente muy costoso.
Si a ello sumamos la impericia de los conductores, los excesos de velocidad y el cruce de peatones y las fallas mecánicas, los puntos confluyen en mostrar una de las vías más necesarias pero a la vez más riesgosas del país. Esa realidad demanda soluciones múltiples.
Las señales adecuadas, los controles y advertencias de reducción de velocidad y la capacitación a los conductores deben ser una acción permanente de la autoridad.
A ello habrá que añadir los estudios técnicos para mejorar la circulación haciéndola expedita pero jamás peligrosa. Es de vida o muerte.