El mercado ve que Ecuador aún es riesgoso
Desde que Ecuador logró renegociar parte de su deuda externa, en agosto del año pasado, el riesgo país se ha mantenido alrededor de los 1 000 puntos, un valor muy alto porque significa que la tasa de interés que pagaría el Gobierno en caso de buscar financiamiento en el mercado internacional estaría sobre el 10%.
Desde inicios de este año, el riesgo país comenzó a subir y el lunes pasado, tras las elecciones presidenciales y la incertidumbre sobre quién fue el segundo candidato más votado, este indicador cerró en 1 190 puntos. Eso elevaría la tasa de interés al 12% en caso de que el Gobierno decidiera buscar financiamiento en el exterior.
Paralelamente, el precio del petróleo ecuatoriano, que tiene una alta incidencia en el riesgo país, viene subiendo desde diciembre pasado y hoy supera los USD 50 por barril. El año pasado promedió USD 35.
En situaciones normales, un aumento del precio del crudo ocasiona una caída del riesgo país, porque fortalece las finanzas públicas del Ecuador y eso baja la probabilidad de un ‘default’ de la deuda pública.
Sin embargo, la coyuntura electoral es tan fuerte que afectará el comportamiento de este indicador, al menos en el corto plazo. Y eso se explica porque las votaciones de abril próximo definirán las políticas que Ecuador aplicará durante los siguientes cuatro años, en temas laborales tributarios, comerciales o de sostenimiento de las finanzas públicas.
Los inversionistas internacionales buscan certezas sobre las futuras relaciones de Ecuador con el FMI, pero la incertidumbre política hizo que los precios de los bonos de deuda cayeran el lunes pasado.
La segunda vuelta electoral también abre la puerta a una posible revisión de la actual carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El propio FMI se anticipó a este escenario y el lunes pasado dijo que está abierto a ajustar el programa con Ecuador con el nuevo presidente que surja del balotaje.
De ahí que lo más probable es que el riesgo país continúe alto. Para bajarlo, el nuevo Gobierno necesitará un plan creíble internacionalmente.