Un feriado para levantar el ánimo y la economía
Se viene un feriado de tres días con oportunidad de conmemorar una fiesta cívica importante como el 9 de Octubre.
En 1820, la gesta patriótica en Guayaquil fue un paso más hacia la libertad y sentó un precedente importante en el devenir histórico del territorio de lo que luego de diez años pasaría a llamarse Ecuador.
De aquellas fechas marcadas en el calendario es consecuencia este feriado. Son días en que se puede planificar el descanso y el esparcimiento, en medio de las dificultades de un año difícil como el que llevamos.
Hay personas que piensan que debiera haber menos días dedicados a los feriados y más a un trabajo tesonero, sin embargo muchas veces se pierde de vista que no es nuestro país aquel que más fechas libres tiene.
Además, la actividad que vive de ocasiones como ésta, en los paseos, los viajes cortos o largos y la restauración también merece una opción para empezar a apuntalar su lastimada economía y sus penurias.
Si bien es cierto que en ciudades como Quito los viajes largos no serán la tónica, los descuentos de sistemas de crédito y canje con millas o las oportunidades de hoteles y sitios de recreación al aire libre muestran atractivos que se pueden aprovechar.
El feriado es una oportunidad para dinamizar a otros sectores de la economía que han estado apagados, con sus puertas cerradas, o en muchos casos, sin levantar cabeza.
Varios municipios han acogido la idea de liberar las restricciones de placas para estimular a los viajeros de varios lugares del país.
Algunos aspectos son importantes de tomar en cuenta en medio de la pandemia: es mejor visitar sitios al aire libre, para lo cual la oferta turística despliega opciones atractivas.
Además, todos los viajes deben observarse con medidas de extrema seguridad en los autos para evitar accidentes y hacer las revisiones mecánicas, acaso descuidadas en el tiempo de auge del virus.
No está de más recordar que la distancia personal, la higiene, el lavado de manos y el uso de mascarillas deben seguir siendo norma de vida. No se debe correr ningún riesgo.