El nuevo momento de la economía mundial exige al país repensar sus argumentos y buscar salidas con el mundo de los multilaterales y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Ministro de Finanzas comprometió el pago del capital de los bonos 2020, que vencía ayer; ese desembolso asciende a USD 325 millones. Si bien en cuanto al pago de intereses se acoge al período de gracia, hay que consignar que es la segunda vez que el país honra el pago de esos bonos.
El Gobierno, tras el anuncio, recibió una pronta respuesta de la directora del FMI, Kristalina Georgieva.
Ecuador ha pedido una línea de financiamiento rápido ante la crisis, el FMI responderá con celeridad. Georgieva dijo que trabaja con las autoridades un nuevo acuerdo basado en el marco de servicio ampliado actual para fortalecer la dolarización, atender a los más vulnerables y reforzar el desempeño del Ecuador.
El objetivo del FMI es ir por un alivio inmediato al Ecuador frente a su emergencia sanitaria.
La idea es liberar todos los recursos posibles para atender la emergencia.
La comunidad internacional y el grupo considerado como de los multilaterales entregaría en breve nuevos desembolsos por USD 1 600 millones desglosados así: el FMI ofrece 500 millones, la CAF, el BID y el Banco Mundial darán 100 millones.
China será nuevamente prestamista de Ecuador en esta emergencia, pero a diferencia de los créditos del pasado no habría compromisos atados a proyectos con ese país.
El nuevo reperfilamiento que espera el país, que el Gobierno considera como renegociación de la deuda, tiene un escenario distinto al del año pasado y aun de los meses anteriores a causa del covid-19, que golpea a sectores sensibles de la economía y obliga a un mayor gasto fiscal.
El riesgo país, que ha ido subiendo de modo acelerado, superó los 6 000 puntos el 23 de marzo, en vista de la estrepitosa caída de los precios del crudo que nutren nuestra economía.
Las ventas de varios productos se frenaron. El Estado debe atender varios frentes; mantener abierto el financiamiento tiene lógica.