Todos los gobiernos deben sustentarse en un puntal, y de modo preponderante el próximo. Nadie duda de la necesidad de una economía sana, cuentas claras, inversión y recuperación de fuentes de trabajo.
Algunos de estos temas deben ser abordados con franqueza, seriedad y fórmulas claras por los candidatos presidenciales que arrancaron la campaña y que afrontan un debate presidencial con cabida para todos.
En la semana que se inicia la dolarización cumple su indiscutible mayoría de edad -21 años -. El dólar confirió al país estabilidad económica, acabó con el fantasma de la hiperinflación y otorgó una protección insustituible a la capacidad adquisitiva de los ecuatorianos. Moneda dura.
Como contraparte, es obligación de los gobernantes procurar los recursos para asegurar el flujo de la moneda norteamericana. Promover las exportaciones con mayores y más fecundos mercados para nuestros productos. Que crezcan las empresas exportadoras, que generen impuestos y sobre todo fomenten el empleo. Un sólido contenido económico y social al mismo tiempo.
Para que haya más empleo y riqueza también se debiera abrir el país al capital extranjero, garantizando seguridad jurídica, lo que a la postre redunda en más impuestos y dinero que dinamiza la economía y genera un círculo virtuoso inapreciable.
Para salir de la ruina en la que casi nos hundimos, el Gobierno estableció un nuevo concepto de acuerdos y relaciones con el Fondo Monetario Internacional y los organismos multilaterales, con sentido social. Habrá que propender a fortalecer ese esquema y seguir trocando las deudas caras del pasado con plazos más largos e intereses más bajos . Eso hará crecer a la economía y al país.
La oportunidad de un debate presidencial que tendrán los candidatos en dos programas promovidos por este Diario y Televicentro es el espacio propicio para establecer compromisos sólidos para cambiar la calidad de vida de la gente. El dinero es limitado y se acaba, y hay que generar empleo y bienestar personal, familiar y para toda la sociedad.