Luego de una temporada de críticas al equipo económico, el Gobierno se sensibilizó y cesó a varios miembros de ese crucial frente, en un momento de prolongada crisis.
Sin embargo, no deja de llamar la atención la declaración formulada por el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, a este Diario: “El manejo económico seguirá sin cambios”.
Aseveró el titular de la cartera de Finanzas que “los cambios que se pueden dar en los equipos no implican cambios de dirección, porque en los gobiernos se plantean políticas de Estado que se van a mantener a lo largo de la permanencia del Gobierno”.
Si algo ha sido criticado del manejo económico han sido esas señales confusas que ahora se repiten.
Los representantes de diferentes sectores productivos y expertos económicos apuntaban que los mismos colaboradores del anterior Gobierno, proyectados al actual, no saldrían de sus políticas.
Aquellas políticas fueron las que condujeron al país a la crisis económica, a una ficticia mesa servida y a agudizar la recesión y la contracción. Se requería y requiere un cambio de rumbo; no de personas con ideas que no funcionan en crisis sino de enfoques frescos y proactivos.
Por eso es que esta sorprendente fórmula de “que todo cambie para que todo siga igual” no promete nada positivo. Si el Presidente hace unos días dio mensajes importantes de rectificaciones, la revisión de políticas y la formulación de un verdadero plan económico hoy lucen más urgentes que nunca.