Julian Assange, detenido en una cárcel de alta seguridad en Reino Unido, afronta más revelaciones de su actividad cuestionada.
El pirata informático australiano se enquistó en la Embajada del Ecuador en Londres, en uno de los más duraderos asilos políticos de la historia.
Durante su estadía, los abusos a la hospitalidad de la legación diplomática salieron de tono. Pero mucho peor que eso fue haber convertido el espacio que le dio el país en una central bien montada de operaciones informáticas, según confirma un reportaje de la cadena CNN.
Wikileaks siguió actuando cuando el huésped incómodo debió, por delicadeza, dejar de influir en su empresa desde territorio ecuatoriano.
La denuncia de la trama rusa que llevó al discutido informe ‘Mueller’ al Congreso norteamericano ahora lo explica todo. Si se demuestra que la operación contra la candidatura de Hillary Clinton tuvo en Assange una pieza clave, sería asunto gravísimo.
Si las visitas a Assange, el transporte y manipulación de información y discos duros u otro tipo de materiales se hizo desde la oficina ecuatoriana, se deberá investigar. Las grabaciones de la empresa que daba seguridad en nuestra sede dejan sospechas.
Si hubo consentimiento desde Quito del canciller de entonces, se cambió una orden del embajador y entraron personas que no debían; es otro aspecto altamente preocupante.
A Assange lo quisieron elevar al altar de mártir de la libertad de expresión. Justamente lo hizo el Gobierno que más combatió a los periodistas y a los medios. Contrarrestar con un golpe de opinión internacional la conducta siniestra que se imponía internamente denota doble moral y una perversa operación de propaganda muy bien orquestada.
El Régimen anterior le debe muchas explicaciones al país. También le debe explicaciones a Reino Unido y a otros países. Le debe explicaciones al Partido Demócrata de EE.UU.
La burla del asilo de Assange, sus oscuras conexiones internacionales y la apropiación de secretos de Estado y correos fueron el principio de la enmarañada telaraña en la que Assange está cada vez más enredado.