Las consecuencias del sismo del 12 de agosto y sus réplicas siguen perjudicando a los usuarios de la vía Panamericana.
Inicialmente se había previsto abrir un carril en dos meses, contados desde el 27 de agosto, pero tras una visita presidencial se reprogramó su apertura para el lunes siguiente, es decir el 3 de noviembre.
La fecha de reapertura de un carril coincide con el día final del feriado de Difuntos, por ende será una prueba de fuego para la capacidad organizativa de las autoridades y la paciencia de los conductores en un día de tanta congestión.
Los sismos provocaron deslizamientos de tierra, cuya limpieza no es cosa fácil. Más complicado todavía es reforzar los taludes para evitar nuevas sorpresas. La prevención es indispensable.
La solución de fondo llegará 14 meses después del movimiento telúrico, hacia finales de octubre de 2015.
Mientras tanto, los viajes hacia el norte del país han sido largos. Guayllabamba quedó perjudicada y los habitantes que viven del turismo -que es el potencial comprador de frutas, aguacates y comidas tradicionales- lo sufren.
No se diga aquellos que viajan diariamente a la capital por motivos de estudios, trabajo o por trámites.
Algún alivio se logrará a la congestión con el carril que se habilitará. Pero cabe tomar en cuenta que se debe articular un sistema de flujos y contraflujos en horas críticas y que durante la noche la circulación se verá interrumpida porque no hay señales. La E 35, con limitaciones, seguirá dando prestaciones a los viajeros.