El jueves, el Gobierno anunció una nueva colocación de bonos soberanos a 10 años plazo y un rendimiento del 9,65%.
Esta colocación forma parte de las tres operaciones que ha realizado el Gobierno a lo largo de este año y que suma un total de USD 2 750 millones, con diferentes tasas de interés y plazos.
La operación del jueves pasado ofrece a los inversionistas un rendimiento más bajo respecto a las dos anteriores, aunque todavía es alto. Eso es un reflejo del riesgo del país, que continúa como uno de los más elevados de la región.
Los bonos serán pagados por los siguientes tres gobiernos y tienen el objetivo de financiar la inversión pública. Este rubro fue el primero que el Presidente anotó en octubre de 2014 que sería afectado, producto de la baja de los precios del petróleo.
La contracción económica del país se evidencia en una inflación baja y menor recaudación fiscal por la disminución de las actividades. Para compensar la falta de ingresos, el Gobierno optó emitir más bonos, a tasas de interés altas.
Hace poco se debatía el criterio técnico de la relación de la deuda con el Producto Interno Bruto (PIB), pero el Gobierno, acogiéndose a recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, decidió rediseñar el perfil de la deuda excluyendo de esa consideración a la deuda con entidades estatales.
El Gobierno debe asumir los costos de un aparato estatal que no se achicó pese a las premuras y que genera altos gastos cada mes.