Cambios en el CNE
Un sorteo es la modalidad que manda la Ley para cambiar a dos de los cinco consejeros electorales que componen el CNE.
La idea es reemplazar a dos consejeros en un concurso público, que esta vez ha recibido ciertos cuestionamientos.
Dos de los propios consejeros han admitido la subjetividad en el modo de calificar las carpetas de los aspirantes y colectivos, como ha ocurrido con la Red de Mujeres Políticas del Ecuador, que siembra dudas sobre las calificaciones.
La idea de activar la participación ciudadana fue fundamento de los cambios constitucionales, pero se ha mostrado que los procesos de selección de aspirantes a ocupar varias dignidades no han sido siempre los mejores.
La misma composición del máximo organismo del sufragio ha sido cuestionada. Antes, con las constituciones pasadas, el Tribunal Supremo era un ente multipartidista. Se le denostó por ser un muestrario de la ‘partidocracia’. Hoy, la mayoría, si no todos los consejeros, parecen afines al régimen de Rafael Correa.
En los nombres que aparecen como mejor calificados en el proceso de selección, previo al sorteo para la renovación, están personas cercanas al Gobierno.
Los procesos de las firmas, el uso de la propaganda electoral, el papel de los actores políticos en campaña durante las dos últimas elecciones han sido señalados como preocupantes por la oposición y algunos observadores.
Es de esperar que los escogidos no respondan a la lógica de dependencia política que marca al Ecuador de hoy.