El proceso para que el Ecuador finalmente concrete el acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), que aún se aspira se selle a finales de año, demanda cambios y también gestos. Además, que los avalen en el Viejo Continente.
En esa línea se sitúa el ajuste en el cálculo de la base imponible del impuesto a los consumos especiales (ICE), que se incluye en el proyecto de Ley Orgánica de Incentivos Tributarios que el presidente Rafael Correa remitió el pasado 9 de agosto a la Asamblea, para su debate y aprobación. Alrededor del asunto existe un compromiso sellado con el bloque de los 28, conforme lo han señalado las autoridades nacionales.
El anunciado ajuste, entre otras cosas, viene aparejado con una serie de potenciales ventajas. Una de ellas, la más importante, se relaciona con la reducción del gasto en tributos de un listado de productos que se importan y que para desaduanizarse deben pagar el ICE. Por ahora se trata de 27 ítems. Entre ellos se encuentran algunos muy consumidos, como licores, perfumes, videojuegos, etc.
Los detalles del proyecto, cuyo primer debate se iniciará tras el receso legislativo, ya han hecho subir las expectativas entre los importadores -y también entre los consumidores- sobre una posible baja de los precios de algunas de esas mercaderías.
Ahora, para allanar aún más la ruta hacia el acuerdo, hace falta que el país cumpla con otros puntos que la UE ha incluido en su lista de compromisos.