El mercado internacional se muestra más abierto a escuchar a Ecuador. Los recientes viajes a Santiago de Chile y a Washington le permitieron al Ministro de Finanzas tener un contacto directo con inversionistas internacionales, a quienes explicó los detalles del plan económico. Eso repercutió en una reducción del riesgo país.
Este indicador, que mide la probabilidad de que un país incumpla sus obligaciones internacionales, ha caído 300 puntos en el presente año.
Pese a que el Gobierno anunció en agosto pasado su Plan Prosperidad, que contenía una serie de medidas para sanear las finanzas públicas, mejorar la competitividad del país y proteger a los sectores más vulnerables, el mercado no reaccionó. Al cierre del 2018 el riesgo país terminó en 826 puntos, el más alto de la región luego de Venezuela. El miércoles pasado ya se ubicó en 526 puntos.
El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, aprobado en marzo pasado, es la garantía que el Gobierno presenta ante la comunidad internacional con el fin de atraer la inversión extranjera.
La recuperación del precio del petróleo también ha influido en la caída del riesgo país. El barril del crudo ecuatoriano se vende actualmente en alrededor de USD 60, es decir, 10 más de lo presupuestado.
El mercado, sin embargo, destaca el acuerdo con el FMI y otros multilaterales, pues garantiza créditos que pueden sumar USD 10 200 millones en los próximos tres años. Eso es un alivio para las finanzas públicas, pero también para los acreedores internacionales, a los cuales el Presidente ha garantizado el pago de deudas.
Estas señales enviadas por el Gobierno al mercado internacional han sido recibidas con algo de optimismo. JP Morgan destacó esta semana que Ecuador muestra un gran progreso respecto al año pasado.
Sin embargo, el Gobierno necesita hacer mayores esfuerzos, toda vez que en enero del 2018, cuando se emitieron bonos por USD 3 000 millones, el riesgo país era de 430 puntos. Para que mejore la imagen del país, el mercado espera resultados del plan económico.