Quito, una de las capitales más antiguas de Latinoamérica, y la europea Cracovia fueron las primeras ciudades declaradas, en 1978, Patrimonio Cultural de la Humanidad por sus maravillosas obras arquitectónicas que muestran una historia y riqueza incalculables.
Las iglesias, conventos y monumentos, que datan de la época colonial, impresionaron a la UNESCO cuando le tocó designar a Quito como Patrimonio Mundial. Sin embargo, la mayoría de esos monumentos sufrió daños estructurales durante el terremoto del 5 de marzo de 1987. Era necesario acometer una delicada tarea de reconstrucción para recuperar esas obras arquitectónicas.
Poco después del terremoto se creó el Fonsal (Fondo de Salvamento) para emprender la recuperación de los monumentos afectados, pero también para darle al Centro histórico un nuevo rostro y hacerlo más atractivo al turismo nacional y extranjero.
El Fonsal manejó siempre su propio presupuesto, pero desde el 2001 de manera autónoma, con fondos provenientes de los impuestos a la renta, a los espectáculos públicos y de donaciones internacionales. En todo el período, el Fonsal ha invertido un total de USD 421,6 millones para preservar y cuidar el patrimonio. Con la creación en la Asamblea Nacional del Cootad (Código de Ordenamiento Territorial) se desconoce esa autonomía financiera y el 6% que recibe del impuesto a la renta pasa a ser parte del presupuesto del Municipio.
Los técnicos del Fonsal se preocupan, temen que con las nuevas disposiciones los recursos se destinen a otras áreas y con eso pudiera afectarse la recuperación del patrimonio. Apelamos a la sensatez de las autoridades municipales para que el Fonsal siga obrando sin contratiempos.