Cuidar la vida hoy, sin dejar de pensar en después

Lo primero es cuidar la salud de la mayoría de los 17 millones de ecuatorianos. Salvar la vida de cuantos contagiados hoy se pueda. Eso es prioridad.

Pero la sociedad debe poner de parte acatando el confinamiento en los hogares, más cuando se vienen días más críticos de expansión. Se trata de una cruzada solidaria, de todos.

Cumpliendo las normas, preservando el lema de: ‘quédate en casa’, nos cuidamos y cuidamos a los seres queridos, así como a la sociedad.

El Gobierno debe ser austero y reasignar prioridades del gasto. El dinero para la salud es sagrado y debe estar completo y llegar a tiempo.

Pero hay que buscar todas las fuentes de ayuda humanitaria y financiamiento posibles en el exterior con planes coherentes y serios de acción.

El vicepresidente Otto Sonnenholzner, en entrevista con este Diario, se mostró claro: el primer impacto estimado bordearía el 2% del Producto Interno Bruto del país.

Hay que buscar recursos pero los otros países están en emergencia, comentó el Vicepresidente, al informar sobre acercamientos con China.

Según un informe de Citibank, por el coronavirus la economía de EE.UU. se contraería entre el 4 y 5% en el segundo semestre. China caería en el primer trimestre 5% y su crecimiento sería este año del 3,5%. Mientras que Europa podría experimentar del 5 al 10 % de contracción.

La asistencia a los más vulnerables es prioridad. El Ministerio de Inclusión destinará USD 60 millones, distintos al Bono de Desarrollo Humano, como contingencia, para 400 000 personas que no tienen otro soporte y que requieren trabajar: panaderías, peluquerías y otros ciudadanos, a fin de que sostengan sus actividades.

El ejemplo de El Salvador es decidor para atender el impacto económico de la emergencia. Se suspende el pago de energía eléctrica, agua potable, Internet y teléfonos; se congela el cobro de créditos de préstamos y tarjetas de crédito, todo esto por tres meses. La deuda será cobrada en dos años sin mora ni interés ni afectar la calificación crediticia. Hay acciones que podrían atenuar futuras medidas duras y servir para la resiliencia.

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