Otro crítico informe de la CIDH pone en entredicho la situación de los derechos humanos en el Ecuador.
Es un secreto a voces que los presidios, llamados eufemísticamente centros de rehabilitación, reproducen las más anacrónicas prácticas carcelarias reñidas con el respeto a los derechos humanos y la elemental dignidad que merecen las personas.
La condición de los reos, el estado físico de las cárceles, el hacinamiento, el constante cometimiento de delitos y la purga reiterada son evidencias al alcance de toda la opinión pública nacional. El informe señala a Ecuador, junto a México Brasil, Paraguay y especialmente a EE.UU., por la base militar de Guantánamo que controla en Cuba.
La tortura se aplica con golpes, sofocamiento con gas, dice el documento de 247 páginas, en especial en la primera fase de la detención, aunque las autoridades de la Policía Judicial niegan estas prácticas.
La Comisión tiene una cabal trayectoria en defensa de los DD.HH., como han reconocido las autoridades. Su labor en defensa de la libertad de expresión en el caso ecuatoriano, frente al riesgo que corre la prensa en el Ecuador por los ataques gubernamentales, fue y es fundamental.
El Gobierno cuestionó la actuación de la CIDH en el caso de El Universo y llamó a revisar su financiamiento. La cita del Secretario General de la OEA con el presidente Rafael Correa trató el tema, aunque se aclaró que el Gobierno ecuatoriano está lejos de posturas radicales como la del mandatario Hugo Chávez, quien abandona el cónclave.
En este y otros casos que estudia y detalla la CIDH es bueno que el Gobierno se haga el propósito de enmienda para respetar irrestrictamente la libertad, los derechos humanos y la dignidad humana.