EL CRIMEN Y SUS TENTÁCULOS

El creciente vértigo de actos criminales y violentos impone una reflexión seria y una respuesta de toda la sociedad para afrontar los impactos del delito organizado y el narcotráfico.

El sábado en Quito, a plena luz del día, dos personas murieron. Una descarga de más de 20 balazos acabó con sus vidas. Uno de ellos era refugiado; urge aclarar su condición y por qué tenía esa protección.

Las constantes informaciones dan cuenta de asesinatos. Ajusticiamientos entre mafias, dicen ciertos informes policiales, sicariato, incluso la peligrosa penetración institucional denunciada hace algunos meses que mostraba la operación de bandas de uniformados.

El panorama regional es preocupante. Ambos países vecinos tienen al flagelo del narcotráfico como un problema sin solución. Recientes informes daban cuenta del riesgo para Ecuador de convertirse en un centro de operaciones ilícitas y de narcolavado. La captura de estupefacientes revela la dura realidad.

México afronta una ola exasperante. 40 000 personas han muerto a causa de la violencia de las mafias. Vicente Fox, ex presidente de México, dijo en su reciente visita al Ecuador, que su país está pagando un precio muy alto por la lucha contra el narcotráfico, e insistió en legalizar las drogas.

El ex secretario de la OEA y ex presidente de Colombia, César Gaviria, dice que el tema puramente represivo no es solución. Una alta comisión compuesta por varios ex presidentes entregará un informe al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien llamó a la comunidad a un acuerdo mundial para luchar contra el tráfico de drogas y el crimen organizado. Mientras en muchos países se discute la despenalización del narcotráfico, la realidad actual demanda acciones efectivas.

Suplementos digitales