Contra la corrupción, y en busca de recursos

La lucha contra la corrupción es un clamor que deben afrontar con entereza y vigor distintas instituciones nacionales. El esfuerzo ha sido dispar.

El lunes último, cuatro instituciones se han juntado: la Procuraduría, la Contraloría, la Unidad de Análisis Financiero y la Fiscalía General.

Los titulares de dichas instituciones han firmado un acuerdo que es visto con buenos ojos por un país que se halla en pleno proceso de rescate del valor de sus instituciones y la palabra empeñada de sus autoridades.

El Presidente habla de la cirugía mayor, pero la mano que debe manejar el bisturí para la operación a fondo está en el mismo país y en su eficaz y honrado manejo de la cosa pública. Las causas se han de emprender con investigaciones serias, sin interferencia de los poderes del Estado ni actores políticos o grupos de presión, para obrar con plena transparencia y en pro de los altos intereses nacionales.

En esa medida, muchas de las denuncias de corrupción terminan apiladas en despachos de la Fiscalía.

Los datos de nuestras investigaciones publicadas en días pasados, el testimonio de funcionarios e incluso de la Fiscal revelan falta de personal suficiente, de calidad en los peritajes y hasta de recursos económicos para emprender las diversas tareas. Esta situación no puede mantenerse.

Asimismo, la falta de fiscales es una rémora de un proceso complicado de reinstitucionalización.

Ahora la palabra la tiene el Gobierno en cuanto a los presupuestos y la voluntad política de luchar contra la corrupción enquistada en el poder. Que el discurso tenga sustento.

Además, se debe completar con lucidez y pulcritud nombramientos importantes como el del Fiscal.

El mensaje que dan al país las cuatro altas entidades, al actuar juntas, es inequívoco: la cooperación interinstitucional, el intercambio de información y la profundización de esos detalles que parecen estar sueltos en investigaciones y procesos, es un mandato nítido de la ciudadanía en una hora en que hay que recuperar la honradez y la independencia para superar la década oscura.

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