Los últimos meses se han caracterizado por protestas contra los radares en la vía E-35 en la Sierra Norte. Se trata de una zona de alta circulación donde es necesario evitar, como en otras vías del país, accidentes.
Estos dejan muertos, heridos, personas inválidas de por vida y grandes pérdidas materiales. Es un problema que el Ecuador todavía no ha enfrentado de una manera sistemática y con el compromiso de los ciudadanos.
Es verdad que puede haber errores y multas desproporcionadas, pero la inobservancia sobre la inclinación de los peraltes, el cruce desaprensivo por sectores poblados y el exceso de velocidad pueden ser letales.
En el caso citado, los choferes y la autoridad decidieron tapar los radares, mientras que la administradora de las vías advirtió que son pocos los que quedan en la zona, y que en tal sentido ya no podrá hacerse cargo del control de la velocidad y, por ende, de sus consecuencias.
La empresa Movildenor ha impartido cursos y ha dado instrucciones. Pero los accidentes siguen produciéndose y entre el valle del río Chota, en Imbabura, y la población de San Gabriel, en el Carchi, ya no hay radares. Sin Dios ni ley. La Mancomunidad del Norte es impotente frente a la fuerza de los choferes.
El Ministro de Telecomunicaciones anunció varias decisiones sobre el uso de la tecnología y la conectividad. Afirmó que se colocarán 450 fotorradares para control de velocidad, en un plan por la seguridad nacional. Hace un año se anunció que se reubicarían los radares existentes.
Mientras tanto, en la zona de la Sierra Norte ha cobrado fuerza el debate sobre si lo adecuado es colocar radares o semáforos, pero mientras tanto la accidentalidad sigue.
Es importante una decisión de la autoridad por encima de la capacidad de bloqueo de los transportistas, pero también es necesario educar y capacitar; seguir adelante con los chequeos rigurosos y constantes de los vehículos y, una vez más, evaluar con seriedad la propuesta de inhibidores de velocidad que existen en otros países y que tantos accidentes y destrucción podrían evitar.