El Consejo Electoral interviene en la divulgación política cuando no hay candidatos oficiales, no empieza la campaña ni tan siquiera esa misma autoridad ha convocado a las elecciones.
Es verdad que asistimos a una precampaña mientras las organizaciones políticas se reúnen, buscan planes, analizan posibles acuerdos electorales pero aún no hay candidatos aunque haya un puñado de ciudadanos que así se proclamen. Pero hasta que no haya inscripción y aceptación ante el organismo competente esas candidaturas no son tales.
El Consejo Nacional Electoral decidió que los actores políticos no puedan pautar publicidad. Esta semana circuló un oficio de la Delegación Provincial de Pichincha del CNE advirtiendo que se declaró período electoral y que está decurriendo. Es curioso, una resolución no puede jamás estar por encima de una Ley Orgánica como el Código de la Democracia. Toda arquitectura legal no puede contradecir los principios constitucionales que son norma superior.
La Constitución en su artículo 61 estimula la participación de los ciudadanos en política. La carta fundamental consigna los derechos de libertad, entre ellos el de expresión del pensamiento en todas sus formas, y el derecho de asociarse, manifestarse y reunirse.
En una sociedad que se demanda libre, saber el pensamiento y acciones de los políticos, sus ideas y planes es derecho de la gente y los medios son el canal adecuado. Es la única forma de vivir a plenitud en democracia.