CONTROL AL INGRESO DE DINERO

El 11 de julio la autoridad emitió una regulación que busca que el ingreso de divisas pase por el Banco Central, con el argumento de que se persigue su control y su registro. La Asociación de Bancos Privados del Ecuador pidió al Gobierno rever la medida puesto que la considera perjudicial. Estos días se ha debatido sobre la inconveniencia de la resolución.

Hay quienes piensan que se configura un escenario previo a una incautación, aun cuando sea temporal. Otras voces advierten que se podría caminar hacia la desdolarización, algo que el Presidente del Banco Central desmiente de manera categórica.

Un registro y control del dinero que llega al país, sumado al impuesto a la salida de capitales vigente, podría desincentivar las inversiones extranjeras o la repatriación de dinero de empresarios ecuatorianos. La confianza indispensable para la inversión, que sufre ciertas advertencias por aspectos relativos a la seguridad jurídica, se vería afectada.

Otro escenario que ha entrado en el debate se refiere al dinero que envían desde el exterior miles de ecuatorianos que mandan de manera sistemática recursos para sus familiares y que se destinan a la construcción, al consumo o simplemente a la manutención. Hay quienes piensan que esas remesas se podrían retrasar o los dineros podrían ser entregados por el Banco Central de modo parcial.

El estímulo a la inversión, la garantía del flujo de recursos y sobre todo, construir una atmósfera de credibilidad desde el Ejecutivo y sus acciones es el mejor seguro para sostener la dolarización, que ha procurado estabilidad y ha permitido elevar los niveles de consumo y calidad de vida de millones de ecuatorianos. Esa prioridad esencial la debe considerar el Gobierno.