La condena a Palacio: intimidación a todos

El dictamen judicial que condena en primera instancia al periodista Emilio Palacio a tres años de cárcel es una intimidación a todos los que ejercen el derecho a emitir su opinión y atenta contra la libertad de expresión. Con una rapidez inusual, una jueza de Garantías Penales condenó a Palacio, editor de Opinión de diario El Universo.

La jueza considera que Palacio es autor de “una concurrencia de delitos contra la honra: injuria calumniosa y de injuria no calumniosa grave” en contra de Camilo Samán, presidente de la Corporación Financiera Nacional.

La jueza acogió la querella planteada por Samán en contra de Palacio, por un artículo de su responsabilidad publicado el 27 de octubre del 2009 bajo el título de ‘Camilo, el matón’. La sentencia, que puede ser apelada, se inscribe en una atmósfera hostil para el ejercicio de la libertad de prensa y de expresión, instaurada desde el inicio del régimen que preside Rafael Correa.

Un contraste: esta misma semana la Fundación Ethos da cuenta de los 171 insultos y epítetos que en las cadenas sabatinas del 2009 profirió el Primer Mandatario contra políticos, prensa, sectores sociales y gremios.

Hace pocos días, el Poder Legislativo no se allanó ni negó el petitorio presidencial de un veto a la Ley de Participación Ciudadana en la que incluye, más allá de la potestad que la Constitución posibilita, un artículo que busca que los medios de comunicación privados rindan cuentas. Esto podría significar otra estrategia desde el poder político para controlar y sancionar a la prensa libre e independiente.

Además, se tramita en el Parlamento la polémica Ley de Comunicación en la que se buscó, desde el oficialismo, distintas formas de control para la libertad de expresión, valor supremo de la democracia y la libertad de las personas.

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