Todo un proceso lanzado con bombos y platillos y con la parafernalia propagandística que acostumbra el Régimen muestra sus flaquezas. La Comisión de la Verdad no puede establecer elementos que lleguen a constituir pruebas para iniciar procesos y causas en la Fiscalía. El costo de establecer esta comisión recibió cuestionamientos en su momento. Se trataba de USD 1,6 millones. Mucho dinero para tan pocos resultados.
El eje central que se convirtió en espectáculo de exhibición mediática fue la presentación de los casos de violaciones a los derechos humanos durante el Gobierno socialcristiano.
Se armó un documental minuciosamente preparado, se empleó en él técnicas audiovisuales sofisticadas, se publicaron voluminosos libros, pero a varios años de su presentación, el titular de la Comisión reconoce que los casos y expedientes recopilados databan de ‘hace 15 ó 20 años y es difícil probarlos en un tribunal’. El estudio abarca desde el período de Osvaldo Hurtado hasta el primer año de Rafael Correa. Solamente durante el período de Abdalá Bucaram no se registran casos. Talvez ese Gobierno no tuvo tiempo suficiente en el poder.
La temática abarca la privación de libertad, la tortura, la violencia sexual, la ejecución extrajudicial y la desaparición forzada. Pero cabe preguntarse una vez más si la implantación de una suerte de justicia paralela arroja resultados. Es muy costosa, y solo parece tener un efecto mediático y fugaz.