Un voluminoso Código Orgánico Integral Penal, vigente desde hace un año, volverá a experimentar algunas reformas que ya se analizan en la Asamblea.
Este documento cobijó a los anteriores códigos: el Penal, el de Procedimiento Penal y el de Aplicación de Penas. El anterior Código Penal databa de hace 70 años y muchos lo consideraban obsoleto.
Sin embargo, algunos de los cambios introducidos motivaron polémicas y críticas en un debate nacional que fue complicado y que mostró la dificultad de hallar consensos. Las primeras evaluaciones se refieren a las novedades.
Aparecieron los delitos que tienen relación con el género, como es el caso del feminicidio, la violencia psicológica contra la mujer o en el entorno familiar. En este año se registraron 9 925 casos del primer delito.
Otros delitos introducidos fueron el sicariato y la mala práctica profesional, que tanto malestar generó en los médicos que se sentían presionados.
Los datos relativos a las drogas mostraron diferencias considerables. 2 232 personas recuperaron su libertad, de ellas el 99% estuvo imputado por tenencia de drogas. La idea de castigar a los grandes narcotraficantes y atenuar las penas para el microtráfico, que muchas veces se equiparaban a las de los grandes capos de mafias, motiva la reforma.
Los cambios apuntarán a los delitos de piratería, buscarán cárcel para quienes causen accidentes bajo efectos del alcohol y frenarán acuerdos privados en accidentes que ocasionen heridas graves.