EL CLIMA DE NEGOCIOS

El país debe avanzar sobre la generación de confianza. Una palabra clave cuando se trata de construir un adecuado clima empresarial. Mientras varias empresas importantes muestran optimismo hay otros factores que alertan sobre riesgos evidentes.

El país puede salir adelante solo mediante una interacción adecuada de una empresa privada abierta, con estímulos suficientes y estabilidad para efectuar inversiones y generar trabajo de forma abundante, y un sector estatal que entienda la virtud de ese proceso.

Trabajos recientes como el presentado por la revista Líderes de esta empresa periodística divulgan a importantes compañías que experimentan un grado de optimismo empresarial. Incluso se habla de USD 500 millones de inversiones. El panorama de la inversión nacional, y de modo mucho más significativo el de las inversiones que pudieran venir de fuera, no ha sido alentador en años pasados, como lo evidencian las cifras, máxime si comparamos con países vecinos (Colombia y Perú).

Otros datos desalentadores y que contrastan son los que se refieren a las estadísticas conjuntas de desempleo y subempleo que muestran una realidad social preocupante.

Mientras tanto, el Gobierno y el Ministerio de Relaciones Laborales adelantan una campaña sobre el empleo digno que se refiere a las condiciones laborales que deben cumplir las empresas y que abre debates en un tiempo donde la prioridad debería ser gestar fórmulas y alientos para multiplicar las fuentes de trabajo.

Muy importante será diseñar una estrategia empresarial, acompañada de las gestiones oficiales, técnicas, no políticas, para afrontar los impactos del escenario del país sin preferencias arancelarias. El reto sigue siendo buscar eficiencia productiva y mercados alternativos.

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