La CIDH Y EL ECUADOR

La postura firme, nunca apresurada, más bien meditada y muy estudiada de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) es un pilar clave en la defensa de la libertad de expresión.

Hasta que no se decida lo contrario, está pendiente para el 28 de marzo en Washington una audiencia para escuchar a las partes: el Gobierno y la defensa de El Universo. Además, el Canciller (quien se supone que representa la voz oficial del Estado ecuatoriano) en tono irónico invitó a la Presidenta de la Comisión a venir al Ecuador para constatar el estado de cosas.

La Comisión, un alto organismo que trata los casos donde los derechos humanos peligran, desde hace rato tiene en carpeta el caso ecuatoriano, agravado en este último período por los juicios contra El Universo y los periodistas que escribieron el libro ‘El Gran Hermano’.

Pero los comisionados no solo han conocido este expediente sino que han estudiado todo el contexto de libertad de expresión en riesgo en el país, con la comparecencia de asesores gubernamentales y legislativos desde el 2010, como le consta a la Embajadora del Gobierno ante la OEA, presente en esas audiencias. Entonces, los asesores formularon la invitación a la CIDH a visitar al país, algo que los superiores jamás concretaron.

En muchas ocasiones y con motivo de otros episodios en materia de derechos humanos, la CIDH ha abierto expedientes. Así operó cuando dos periodistas, hoy militantes en el bando oficialista, se acogieron a medidas cautelares porque su seguridad estaba en riesgo.

Cuesta trabajo entender cómo lo que ayer estuvo bien, hoy se cuestiona y se intenta restar recursos a un organismo que tan importantes servicios ha prestado a la causa de la libertad y los derechos humanos en América.

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