CHÁVEZ Y SU SALUD PRECARIA
Cuando el 7 de octubre Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales con una diferencia suficiente sobre su contendor, el candidato de oposición Henrique Capriles, muchos creían conjurada la enfermedad que le aqueja desde hace 18 meses. Efímera, como es la vida misma, la salud del coronel Chávez volvió a las primeras planas hace una veintena de días, cuando se silenció y volvió a los tratamientos en la isla de Cuba, único sitio en el que el líder caribeño parece confiar plenamente, de manera especial, por el hermetismo que el Régimen impone.
Su fugaz retorno a Caracas, el anuncio de una nueva operación, la delegación de una suerte de sucesión anticipada al vicepresidente designado, Nicolás Maduro, y su nuevo y precipitado viaje a La Habana, hacen presuponer un cuadro crítico. El Presidente ecuatoriano voló apresuradamente a la isla caribeña para encontrarse con Chávez. Ambos militan en lo que llaman el Socialismo del siglo XXI y son impulsores de la Alba.
El anuncio adelantó una serie de versiones sobre la sucesión presidencial. Si Chávez no puede asumir el 10 de enero, ¿lo haría Maduro o, por el contrario, deberá tomar el poder el Presidente de la Asamblea para llamar a elecciones? Un partidario de esta última tesis es el opositor Capriles.
Si retorna, Chávez puede asumir el 10 de enero su mandato y si falta de modo definitivo antes del 2017 se deberá convocar a elecciones. Ya se comienza a debatir sobre si Maduro podrá enfrentar exitosamente el desafío, y sobre los cambios que traería en Venezuela una ausencia definitiva del actual Presidente. E igualmente se discute sobre los liderazgos regionales.Todo un nuevo debate político en medio de la incertidumbre que provoca la precaria salud del coronel Chávez.