El Concejo Municipal tomó una resolución: la segunda estrofa del Himno original ya no será más cantada.
La decisión archiva la estrofa alusiva a la fundación española de la ciudad y a esa simbiosis con el Inca Atahualpa, imaginada por el creador de la letra, monseñor Bernardino Echeverría (+).
Frente a esa decisión, la Municipalidad incluye otra estrofa, la cuarta, que siempre estuvo en la letra original, referente a los actos de patriotismo relacionados con el primer grito de Independencia.
No es la primera vez que el Cabildo aborda este tema. Ya se lo trató y decidió durante la alcaldía de Paco Moncayo.
Los funcionarios no han considerado que las tradiciones no se cambian por decretos ni ordenanzas y que será difícil que los quiteños y vecinos de Quito aprendan de memoria y por ‘orden superior’ una estrofa que no se cantaba y se omita otra que, además, es símbolo del mestizaje del que nuestra nación es orgullosa.
Aquello de ‘¡Oh ciudad española en el Ande, oh ciudad que el incario soñó, porque te hizo Atahualpa eres grande y también porque España te amó!’, va más allá de lo literal, expresa ese sincretismo cultural que dio a luz un mundo nuevo, nutrido de todas las vertientes de nuestros pueblos ancestrales y enriquecido por el arte y el idioma.
Más allá del hecho violento de la conquista y la resistencia, es una realidad que debiera más bien dar lugar a debates antes que a una decisión política con la cual se la pretende obviar.