La Corte Nacional de Justicia está en plena renovación. Siete jueces dejan sus cargos y serán reemplazados esta semana por abogados que ganaron un concurso, los más provenientes de la carrera judicial.
Entre los jueces salientes se van algunos que sustanciaron casos polémicos y difíciles: el Caso Isaías, la absolución de la dirigente del magisterio Mery Zamora o la condena al asambleísta Cléver Jiménez, al activista Fernando Villavicencio y al médico Carlos Figueroa.
Esta Corte Nacional de Justicia, con 21 magistrados, es la primera desde los cambios que fueron consecuencia de la Consulta Popular. La norma manda la renovación parcial. La evaluación fue impugnada por algún juez que se sintió perjudicado. Cuatro de los menos calificados salen. Otros jueces ya habían renunciado.
La Corte que se renueva lleva en su partida de nacimiento el rápido juzgamiento del caso de diario EL UNIVERSO, un tema de debate nacional y que afectó la libre expresión, tan maltratada sistemáticamente por el poder político.
El Presidente de la Corte es el mejor calificado aunque no tiene en sus responsabilidades causas que despachar. La valoración de sus argumentos en pro de la extradición de ecuatorianos demandados por la justicia ha sido considerada como mérito. Cabe preguntarse si ese solo hecho vale tantos puntos cuando ninguna extradición se ha concretado.
Preocupa el concepto del Presidente de meterle las manos a la justicia. La independencia total es la mejor receta.