Ecuador es uno de los cuatro países latinoamericanos con mayores brechas de género al analizar las capacidades financieras de las mujeres. Los otros son Brasil, Colombia y Perú, según el reciente estudio elaborado por CAF.
El 67% de las mujeres requiere de otras personas para decidir sobre la gestión de las finanzas familiares y personales. Su participación en las decisiones de este ámbito aumenta cuando contribuyen al ingreso del hogar y/o tienen mejores niveles de educación financiera. Lo mismo ocurre con el uso de medios digitales para el manejo de los recursos económicos. Solo el 17% de las consultadas usa una aplicación bancaria.
El hecho de que las mujeres ahorren menos que los hombres, de acuerdo con esta investigación, podría deberse a su menor participación en el mercado laboral y a las brechas salariales entre ambos sexos. En Ecuador, el ingreso laboral promedio para los varones en 2021 fue de USD 476 frente a USD 391 de las mujeres, quienes se dedican principalmente a la actividad comercial, dijo el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Antes de la pandemia, la situación de desigualdad entre ambos sexos en el ámbito empresarial era evidente y, en la actualidad, es aún mayor. Para ellas, resulta más complicado conseguir una nueva oportunidad laboral y reintegrarse al mercado. Esa afirmación se comprueba en las cifras del INEC. El año anterior, la tasa de empleo adecuado en Ecuador para los hombres fue del 37,8% y para ellas llegó al 25,5%. En diciembre de 2019, esa diferencia entre ambos era de 1,3 puntos porcentuales.
La desigualdad se repite en todos los ámbitos. En cargos gerenciales o estratégicos, solo 36% de las posiciones es ocupado por ejecutivas. Sin bien el Gobierno y el sector privado implementan esfuerzos, políticas o proyectos para reducir esta diferencia, como contar con modalidades de trabajo flexible, entre otras acciones, aún falta mucho por hacer. El Día de la Mujer no solo debe quedarse en una celebración que recuerde el origen de la lucha en pro de justicia, paz y desarrollo, sino también en acciones concretas para lograr la igualdad.