Otra batalla por el SIDH

El proyecto para reformar el Sistema Interamericano fue suavizado por la Unasur. Resta saber el desenlace.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, hizo en días pasados una reflexión que amerita replicar. “¿Un debate interminable sobre esto fortalece o debilita a la CIDH?”, señaló horas antes de que se iniciara la 44 Asamblea General de la OEA, en Asunción (Paraguay).

La preocupación de Insulza se dirigía a la insistencia del Gobierno ecuatoriano, a pesar de no constar en la agenda de discusiones, en su propuesta de reformas al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), que incluye a la Comisión (CIDH) y a sus relatorías. La presión de Quito ha sido permanente para que la CIDH salga de Washington.

También para que el Pacto de San José sea ratificado y asumido por todas las naciones del hemisferio, sobre todo EE.UU.. Y, finalmente, para que se revise el financiamiento de las relatorías, para que los miembros asuman el presupuesto de forma equitativa y evitar que la Relatoría de la Libertad de Expresión, tan crítica con el gobierno de Rafael Correa, cuente con dineros y donantes externos.

El proyecto de Ecuador se convirtió en una verdadera preocupación para el continente. Por ello, la Unasur en su conjunto decidió revisarlo e introducir cambios que finalmente lo suavizaron. Y Costa Rica ensayó una propuesta paralela de respaldo a la CIDH.

La OEA se ha tomado su tiempo para analizar el impacto del proyecto que, ahora, lleva el sello de la Unasur, y cuyo punto crítico sería el de las relatorías. Aún es temprano para saber si la reflexión de Insulza es o no la acertada.