Los autos están entre los bienes que tienen una mayor carga tributaria en el Ecuador. Representa hasta el 49% de su precio, según las cifras de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador.
Los altos gravámenes atienden a cinco rubros distintos, entre ellos el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que es el tributo que más le rinde al Fisco.
Más allá del IVA, los automotores están cargados con los aranceles Ad Valorem – que se aplican sobre el costo del vehículo, incluido el valor del flete y el seguro de transporte de la carga- , el Impuesto a los Consumos Especiales, ICE; el Impuesto a la Salida de Divisas, ISD; y otro que va al Fondo de Desarrollo de la Infancia -Fodinfa-.
Mientras más alto es el precio del vehículo, la carga tributaria también aumenta. En los autos de gama baja, por ejemplo, el peso de los tributos representa el 39% del precio de venta al público, mientras que en los autos de gama alta llega hasta el 49%.
Los ecuatorianos pagamos muy altos impuestos, quizá más que varios países del primer mundo por los automotores nuevos, además no hay todos los modelos ni los adelantos de confort, cuidado ambiental y aditamentos de seguridad que en países desarrollados.
La falta de transporte público de calidad estimula a muchos usuarios a comprar un vehículo propio, sea nuevo o usado. Y ambos están afectados por los impuestos. Mientras más costosos sean los autos nuevos, los precios de los vehículos usados también aumentarán.