Ecuador ha logrado un hito en su historia comercial: el cacao se ha convertido en el segundo producto de exportación del país, desplazando al banano. Este fenómeno no solo es un indicador del dinamismo del sector agrícola, sino también del potencial del Ecuador para consolidarse como líder mundial en la producción de cacao fino de aroma.
El crecimiento de las exportaciones de cacao y sus derivados ha sido exponencial. En enero de 2025, las ventas al exterior alcanzaron los 517 millones de dólares, representando un impresionante aumento del 331% en comparación con el mismo mes del año anterior.
Convertir al país en un referente en la exportación de productos derivados, como chocolates premium y manteca de cacao, puede generar mayor valor agregado y diversificar aún más la oferta exportable.
En términos de volumen, el incremento fue del 78%, lo que evidencia una mayor demanda por el cacao ecuatoriano en mercados internacionales como Estados Unidos, la Unión Europea y Malasia.
Este fenómeno se da en un contexto favorable para las exportaciones no petroleras, que en su conjunto crecieron un 42% en enero de 2025, alcanzando los 2 021 millones de dólares.
El liderazgo del camarón en las exportaciones se mantiene firme, con un incremento del 31% en su valor exportado, alcanzando los 596 millones de dólares. Sin embargo, el ascenso del cacao es significativo porque demuestra la capacidad de Ecuador para diversificar su matriz exportadora y depender menos de productos tradicionales como el banano.
El éxito del cacao responde a diversos factores. En primer lugar, su reconocimiento mundial como un producto de alta calidad ha impulsado la demanda, especialmente en mercados que buscan materias primas diferenciadas. En segundo lugar, el alza en los precios internacionales ha favorecido a los productores ecuatorianos, permitiéndoles mejorar sus ingresos y ampliar su capacidad de producción.
El reto ahora es sostener este crecimiento y fortalecer la competitividad del sector. Para ello, es clave que el Gobierno y el sector privado trabajen en conjunto para garantizar la sostenibilidad de la producción, mejorar la infraestructura agrícola y fomentar la industrialización del cacao.
Convertir al país en un referente en la exportación de productos derivados, como chocolates premium y manteca de cacao, puede generar mayor valor agregado y diversificar aún más la oferta exportable.
Estados Unidos sigue consolidándose como el principal destino de las exportaciones ecuatorianas, con un incremento del 52% en sus compras, seguido por la Unión Europea y China. Este posicionamiento es clave para aprovechar acuerdos comerciales y generar mayores beneficios para el sector productivo nacional.
El superávit de la balanza comercial en enero de 2025 alcanzó los 715 millones de dólares, impulsado principalmente por el crecimiento de las exportaciones no petroleras. Este resultado es alentador en un contexto económico desafiante, en el que Ecuador busca fortalecer su estabilidad financiera a través de mayores ingresos por comercio exterior.
El cacao ecuatoriano está viviendo su momento de gloria. Ahora, el desafío es consolidar su posición y aprovechar las oportunidades para que este auge se traduzca en beneficios sostenibles para los productores y para la economía nacional.