Si una institución clave en la democracia como la Asamblea es fuente de críticas ciudadanas, preocupa.
El ente parlamentario ecuatoriano no goza de buena salud, tampoco de prestigio. Cierto es que esa falta de crédito la tienen otros congresos.
Pero en este momento de recuperación de la institucionalidad destruida por la atroz década perdida, hace falta una Asamblea que responda al interés y la expectativa de la nación.
Esto se inscribe en un mar de problemas y preocupaciones colectivas.
Cabe rescatar de ese mar, los avances que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio reivindicó y construyó.
Pero hay temas acuciantes que exigen un esfuerzo de todo el tejido social y que debieran tener eco en una función esencial de la democracia.
La Asamblea Nacional en su conjunto, los bloques que la conforman y los legisladores en modo particular, están llamados a hacer conciencia.
El país exige leyes claras y reformas puntuales, y clama por responsabilidad en el trabajo parlamentario para evitar el recurso de la fe de erratas.
Es inminente acometer en soluciones para generar fuentes de trabajo.
El Poder Legislativo debe acompañar al Ejecutivo en los cambios para que el aparato productivo despegue y confiera seguridad jurídica a la inversión y creación de empresas.
La tensa situación de violencia creciente en las calles y una crisis carcelaria sin precedentes también debieran ser motivo de honda reflexión.
Una tarea primordial de los asambleístas es la fiscalización. Hay casos claves represados y otros vergonzosamente eludidos o cerrados.
Si el mal de la corrupción ha acompañado la vida nacional, se ha enquistado con fuerza e impunidad en los últimos años, la Asamblea debe contribuir de modo cívico a su erradicación . Jamás ser espacio para reproducir prácticas inaceptables.
Los intereses partidistas, el horizonte de las nuevas elecciones y la acción en función de proteger el sistema desvencijado no van más. Que la Asamblea se organice, complete autoridades y trabaje. La gente está cansada de su nula contribución.