El pulso político junto a un intenso debate dominó las jornadas legislativas para los dos proyectos urgentes.
En sesiones del Pleno de la Asamblea, el viernes y ayer pasaron ambos proyectos, no sin dificultades. La negativa de distintos bloques políticos dejó sin piso el afán del Gobierno de cobrar contribuciones.
Los más opuestos fueron, en principio, los legisladores de la Revolución Ciudadana -correístas- y el PSC. Pero varias caras largas se vieron entre las propias bancadas oficiales y los aliados de Creo, BIN y BADI.
Nadie quiere pagar más impuestos y la carga para las contribuciones durante nueve meses de trabajadores y grandes empresas privadas era eso.
La decisión del Presidente de pedir el retiro de esos puntos polémicos del proyecto de Ley Humanitaria rindió frutos y la ley pasó el viernes.
Con ello se facilitan varias cosas. Los acuerdos entre deudores y acreedores, entre empleados y empresarios privados, entre inquilinos y propietarios, eran claves en tiempos en que la economía aprieta a todos.
La Ley se aprobó con 74 votos a favor, 59 en contra y tres abstenciones.
Otra de las leyes urgentes fue la de Finanzas Públicas. Ayer, in extremis, resultó aprobada pero sin dos temas complejos de diverso impacto. El manejo de los seguros sociales y los dineros de los GAD.
La ley obtuvo 72 votos afirmativos.
El manejo de los sistemas de seguridad social ( IESS, Ispol e Issfa) era polémico, porque se presume la autonomía de esas instituciones.
En cuanto a los Gobiernos Autónomos Descentralizados, el interés del Ejecutivo era intervenir y regular el uso de esos recursos. Los GAD han manejado fondos a discreción, unas veces con autonomía y responsabilidad, muchas veces no. Los dineros son fuente de uso político y electoral.
En cualquier caso, el que los proyectos se hayan aprobado sin su entrada en vigor por el ministerio de la Ley es un buen escenario, en medio de las tribulaciones que vive el país.
Ahora el Gobierno debe apelar a la ayuda mundial en préstamos y recursos, levantar la economía y la producción asoladas por la pandemia.