El impuesto predial que pagan los propietarios de bienes inmuebles en el Distrito Metropolitano de Quito sufre una variación desde el primer día de 2012.
El cabildo emprende en la revalorización de 768 825 predios y las autoridades han señalado que el aumento del impuesto será progresivo y equitativo. Un 25% de los bienes inmuebles sufrirán un alza. Las autoridades municipales lo justifican con el Código Orgánico de Reorganización Territorial ( COTAD) que la ciudadanía aprobó con la Constitución.
Los impuestos sirven en toda sociedad para que los que más tienen contribuyan al desarrollo equitativo y en los sectores donde menos impuesto se paga puedan existir las obras que la comunidad demanda para su bienestar y desarrollo material. Tiene lógica pero de allí a plantear el escenario de la polarización entre ricos y pobres y en una especie de vindicta social hay una gran distancia.
Los vecinos de Quito que son propietarios de terrenos o construcciones esperan que la revalorización se efectúe con una base eminentemente técnica, desprovista de prejuicios y consideraciones subjetivas.
Se paga impuestos para que la Municipalidad atienda a las grandes demandas. El déficit de calidad del transporte público y las ofertas de nuevos sistemas de ordenamiento vehicular que empezaron por la aplicación del Pico y Placa no han tenido continuidad ni han sido efectivos. El nuevo aeropuerto carece de vías para conectarlo con la ciudad. La inseguridad es alta (y se paga una tasa) y hace falta más preocupación de las autoridades del Cabildo. Además Quito, Patrimonio de la Humanidad, luce sucia y descuidada. Para todos estos temas se paga el impuesto predial.