Un año de debate político
La cita de los dirigentes de Alianza País se proponía debatir unos cambios en la Constitución de Montecristi.
Cuando en 2008 la Asamblea Constituyente escribió una carta política que concentró el poder en demasía en el jefe de Estado y concibió el garantismo, se ofreció que el texto era tan perfecto que debía durar 300 años. El pueblo lo refrendó en las urnas.
Pero la política es cambiante y en un país que ha tenido desde su instauración como República 20 constituciones (una cada nueve años en promedio), los cambios reflejados en los resultados plurales de las elecciones seccionales del 23 de febrero han puesto las barbas en remojo del movimiento que ha marcado hegemonía durante 7 largos años.
El Presidente sabe que si no es con su figura y su arrastre las cosas no serán fáciles para Alianza País y aunque muchas veces haya dicho que no buscará la reelección indefinida, ese es el eje de la propuesta.
Se viene un año de debates políticos. Una Constitución puede cambiarse totalmente con una Constituyente, parcialmente y en sus temas fundamentales con una reforma refrendada en las urnas y para cosas de menor sustancia las enmiendas. Esa primera visión divide a la transformación propuesta.
Ahora se adiciona a la reelección la edad mínima del Presidente, el control de las competencias que da la Constitución a los gobiernos seccionales, y hasta el intento de convertir a la comunicación en servicio público. El debate está abierto, será largo y complicado.