A principios de julio se encendieron las alarmas. El Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria advertía de severos riesgos.
El hongo conocido como Fusarium Raza 4 amenazaba. En Centroamérica, República Dominicana y México existen 300 000 hectáreas de siembras de la fruta.
Otras alarmas de levantaron en Colombia. El Ministerio de Agricultura y ganadería reaccionó y se empezó a tocar el tema de forma seria.
El problema es que combatir el hongo es imposible por falta de desarrollo de fungicidas para la fumigación de esta variedad específica.
Panamá empezó a trabajar organizadamente y Colombia, luego de las advertencias, ya está en ello.
En Ecuador hay un total de 170 809 hectáreas de banano y 125 257 de plátano. La provincia de El Oro y otras de la Costa concentran la producción. Es allí donde la vulnerabilidad atañe a la dispersión, son muchos productores pequeños que, por ahora, según la reportería de este Diario, han empezado a tomar precauciones. Lavan las herramientas, los zapatos de los trabajadores y espolvorean cal, pero no saben ellos si estas medidas de precaución serán suficientes para combatir una plaga tan potente,que se considera letal.
El Fusarium raza 4 toma la planta entrando desde las raíces, sube por el tallo y bloquea el sistema vascular. No han nada que haga inmarcesible a la planta si es contaminada por este hongo. Una vez que el agua y las nutrientes se bloquean, por efecto del hongo, las plantas se marchitan.
Por 30 años pueden ocasionar efectos devastadores. Mozambique dejó de producir banano. El hongo se origina en Asia y se ha extendido por Taiwán, Malasia, Indonesia y Filipinas, entre otros países.
Dada su potencia destructiva las autoridades han anunciado todo tipo de medidas para tomarse en serio esta alerta. Los pequeños productores piden capacitación y asistencia técnica de las autoridades del ramo.
Una economía que vive de los cultivos genera miles de plaza de trabajo no debe verse asfixiada por estas amenazas Es un tema preocupante.