EL AEROPUERTO NUEVO

Desde el miércoles por la mañana las instalaciones del nuevo Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre se abrirán oficialmente, tras largos años de espera. La instalación física, la tecnología moderna, las facilidades aeroportuarias y de aproximación y despegue de las aeronaves, contrastan con la terminación de las vías de acceso a cargo del Municipio de Quito y el Gobierno nacional y que tienen un cronograma de entrega hasta el 2014.

El alcalde de Quito, Augusto Barrera, subrayó a EL COMERCIO que las condiciones técnicas de esta terminal son superiores a las de la que opera hasta hoy.

Una pista más larga, menos montañas aledañas, menor altitud, garantizan mayor seguridad en el despegue y aterrizaje. En el aeropuerto actual han existido 11 accidentes y víctimas mortales, puesto que la pista estaba rodeada de casas y calles. La nueva instalación está flanqueada por quebradas, y el área del aeropuerto es más de 10 veces mayor que la que circunda a la vieja pista.

El cuello de botella estará en los accesos. Falta por construirse la Ruta Viva y dos puentes, y terminar la vía Collas-Guayllabamba. Además, resta por señalizar la E-35, por donde se movilizará carga desde el norte y el sur.

Un esfuerzo de adaptación tiene que ver con la distancia y con el tiempo y los costos de traslado de pasajeros, que cambiará los usos y costumbres de una parte de la ciudad. Un sacrificio a cambio de la seguridad.

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