La abdicación del Rey

Incluso sus detractores reconocen el papel de Juan Carlos en el retorno democrático. Hay varias interrogantes.

La abdicación de Juan Carlos desató una ola de reacciones que rebasan ampliamente los linderos españoles. No solo se debate en torno a la manera en que él y su familia han cumplido su papel, sino a la utilidad de la monarquía en estas épocas.

Es verdad que tanto Juan Carlos como otros miembros de la familia real española han sido blanco de varias críticas en los últimos tiempos debido a actos inadecuados, pero incluso los más duros detractores reconocen la función que él cumplió en el proceso de retorno a la democracia en España, tras el largo período de dictadura franquista.

Asimismo, se destaca su actitud de respeto a la institucionalidad en su país en los años posteriores. Otro tanto puede decirse de sus aportes a la consolidación de las relaciones iberoamericanas, dado que ha sido un animador permanente de los procesos democráticos en América Latina, y ha apoyado un mejor entendimiento entre las dos regiones desde una visión contemporánea.

Pero una vez que Juan Carlos ha dejado el reinado en manos de su hijo Felipe, una discusión que ya estaba en ciernes solo parece empezar. La pregunta es si en España, al igual que en otros países que mantienen ese régimen, es necesario el papel político y social destinado a una figura que pareciera estar superada por los sistemas democráticos.

Las respuestas están divididas. El hecho es que la decisión de una figura de tanto peso como Juan Carlos parece dar más vuelo a la intención de ir a una transformación más fuerte. El tiempo lo dirá.

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