Pequeños núcleos de construcciones circundadas de campos, donde todos se conocían, eran las aldeas de la historia antigua. La evolución social dio paso al urbanismo: crecimiento expansivo de la población, intercambio social y edificaciones. Pocas, sin embargo, las urbes que lograban alcanzar 100 000 habitantes. Imposible el conocimiento mutuo, restringido a los más próximos. Como instrumento útil surgieron entonces las listas de personajes, el tan necesario ‘¿Quién es quién?’. Ahora son numerosas las ciudades con uno o varios millones de habitantes. Por muchos que sean los conocidos, pocos son aquellos con quienes tratamos, aunque los catálogos sean cada vez más voluminosos.
En lo que hoy es nuestro Ecuador, Ramón Núñez del Arco, procurador síndico del Cabildo, entregó una lista al Gral. Montes, enviado por el virrey Abascal para sofocar el alzamiento independentista tomando Quito a sangre y fuego, con la nómina de las personalidades que habían sobrevivido a la revolución de 1809 y la masacre de 1810: allí están todos, civiles, militares y clérigos, cada uno con breve currículo y el calificativo, indiscutible e implacable, que impuso a cada uno aquel tenebroso censor de conciencias: realista, realista fiel, insurgente, insurgente seductor, indiferente. Montes, mano de carnicero, eliminó a los insurgentes ejecutándoles o exiliándoles, y se hizo proclamar ‘pacificador de Quito’.
Para el I Centenario en 1910, el historiador colombiano Manuel de Jesús Andrade editó su valioso catálogo de próceres. Para el Centenario del 9 de octubre, Pérez Marchant editó un primer diccionario de brevísimas biografías de personalidades de todo el Ecuador. En 1950, el Dr. Carlos Emilio Gangotena, que aglutinó en torno a su bufete los más notables abogados, editó el monumental ‘Libro de la Ciudad de San Francisco de Quito’, verdadera enciclopedia para exaltar la capital (historia, geografía, religión, artes, ciencias, oficios, economía), cuya sección ‘Quién es quién’ ensayó un muy completo catálogo de 3 000 personajes de todo Quito a mediados del siglo XX. Y en 1976, la Editorial Bolívar publicó el ‘Diccionario Biográfico del Ecuador’, que agrupa aproximadamente 7 000 nombres de personas que ejercían las más diversas profesiones.
Hasta que en el año 2000, el Dr. César Alarcón Costta, emprendedor hombre público bolivarense, promotor del desarrollo, político patriota, publicó su ‘Diccionario Biográfico del Ecuador’, conjunto de 6 000 breves escorzos bio-bibliográficos de hombres y mujeres de nuestra historia, hasta nuestros días, ilustrados con 500 retratos a pluma dibujados por el mismo autor. Es el más completo catálogo hasta nuestros días.
Sabemos que próximamente, con motivo del Bicentenario, está en prensa la segunda edición, con 9 000 nombres y aproximadamente 750 plumillas.